Es increíble como la fama y el dinero pueden afectar en las personas, abusando de las fiestas, alcohol, drogas, etc. Una razón más para afirmar que el dinero no da la felicidad. Un caso ejemplar lo tenemos Lindsay Lohan. Como era y como es. Se rumorea hasta que está arruinada, abusando de su tarjeta visa. El imprecionante estilo que tenía antes y la indiferencia por lo que lleva puesto además de los pechos y labios operados, hoy en día le dan una imagen muy vulgar.
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